Tras el aviso del misterioso heraldo llamado Ash, los Arquitectos, orbes dentados del tamaño de lunas, atacaron los mundos humanos y los reconstruyeron como elaboradas esculturas inertes. Los restos de la humanidad se dispersaron por el espacio, sobreviviendo como pudieron y preparando sus armas para contraatacar. Idris fue una de estas armas. Su cerebro modificado puede pilotar naves por el nospacio, el sustrato del universo que permite el viaje interestelar. Pero también contactar con las mentes de los Arquitectos y ahuyentarlos. Hasta que, décadas después, los Arquitectos regresan. Los restos de la humanidad debaten cómo reaccionar. El Partenón, poblado por mujeres soldado mejoradas, se enfrenta a los nativistas encabezados por los aristócratas de Magda.
Londres, 1896. Los logros de la ciencia parecen no tener límites. Así lo demuestra la aparición de la empresa de Viajes Temporales Murray, encargada de hacer realidad el sueño más codiciado del hombre: viajar en el tiempo. Ese anhelo que el escritor H.G. Wells había despertado un año antes con La máquina del tiempo, ahora es una realidad. Claire Haggerty vivirá una historia de amor con un hombre del futuro, mientras que Andrew Harrington podrá viajar al pasado para salvar a su amada de las garras de Jack el Destripador. Asimismo, no todos desean ver el pasado ni todos los viajeros del futuro tienen tan buenas intenciones.
La colección reúne relatos escritos por mujeres estadounidenses, publicados entre los años veinte y los setenta del siglo XX, imprescindibles para cimentar las bases de la ciencia ficción y su desarrollo. En este volumen aparecen cuentos de Kit Reed, Kathe Wilhelm, Clare Winger Harris, Alice Glaser, James Tiptree Jr., Marion Zimmer Bradley, John Jay Wells, Alice Eleanor Jones y Ursula K. Le Guin, quienes, a partir de imaginar los peores futuros posibles, se preguntaron cómo serían las interacciones de los seres humanos consigo mismos y con los otros, en medio de las guerras, la devastación del planeta Tierra y los viajes espaciales.
Una noche de amargura y desengaño, un hombre contempla el firmamento desde lo alto de una colina. De pronto, se ve inmerso en una suerte de viaje astral que lo traslada por toda la galaxia, de la que explorará el nacimiento y el ocaso, con la meta última de comprender la naturaleza de la fuerza primigenia, el enigmático «hacedor de estrellas».
Un camino de ida y vuelta, desde la oscuridad a la luz, y de nuevo, a las tinieblas. Esta es la premisa que nos presenta Amparo Montejano en Hijos de Érebo. A través de estos doce relatos, su autora nos lleva de la mano por un recorrido en el que la humanidad, como Ícaro, se ayuda de la tecnología para abandonar su laberinto de incertidumbres y ascender a niveles casi divinos para luego, como Ícaro también, volar demasiado cerca del Sol. Y como hilo conductor de esta parábola tenemos la continua presencia de la inteligencia artificial, siempre al lado de una humanidad que la necesita y teme a la vez, que devora los recursos planetarios y que, tras agotarlos, se lanza a conquistar las estrellas. Una humanidad que se encamina, una vez alcanzado su esplendor, hacia las sombras de su propio ocaso.
James Bolívar era el ladrón, granuja y pillo más grande de toda la Galaxia. Hasta que un día fue arrestado por la policía interestelar, la cual, finalmente lo obligó a ingresar en sus filas para llevar a cabo una singular empresa, a fin de limpiar la Galaxia de tipos como él. Pero al final, y cuando dejó de ser policía, se dedicó a una cacería: la de la mujer a la que adoraba. Angelina había construido una nave espacial bélica y junto con James iban a conquistar el mundo… ¡La Galaxia en peso se estremeció ante aquella idea!
«Bienvenidos a Marte». Esto es lo primero que escucha León Miranda, un experto en lenguas muertas, cuando aterriza en el que hace muchos años fue el Planeta Rojo. Ha tenido que dejar atrás a su mujer y a su hijo por un misterioso trabajo del que no le han contado nada. Mientras, en la Tierra los años están contados y los humanos se preparan para una gran evacuación. Un asesino en serie, una inspectora de policía, un narcotraficante, una niña que vive entre los despojos de un mundo agónico… Nieve en Marte es una novela a caballo entre el thriller y la ciencia ficción en un futuro que no es tan diferente del nuestro.
A principios del siglo XX la humanidad descubre un método revolucionario que permite a les astronautas sobrevivir en otros planetas gracias a suplementos biológicos sintéticos. Sin la fragilidad humana como límite, por fin es posible viajar a exoplanetas vecinos que albergan vida. Beneficiándose de estos avances, Ariadne O’Neill y su equipo exploran un sistema planetario a quince años luz de distancia del Sol. Su misión: estudiar la habitabilidad de esos mundos. Sin embargo, mientras Ariadne se adapta biológica y temporalmente, la vida en la Tierra se transforma. Enfrentándose a la posibilidad de volver a un planeta que ha olvidado a quienes se marcharon, Ariadne comienza a documentar las maravillas y peligros que afrontan en su misión con la esperanza de que alguien en la Tierra aún pueda escucharles.
Verano de 1980: Una pandilla de chavales se conocen jugando al fútbol en la calle bajo el ardiente sol de agosto. Casi cuarenta años después, el mismo grupo se reúne para pasar unos apacibles días en una aislada casa en plena montaña. Lo que empieza siendo una luminosa jornada llena de bromas y jolgorio pronto se tornará en una oscura espiral donde, en el marco de una angustiosa cuenta atrás, se pondrán a prueba los fuertes lazos de la amistad y la más inmediata supervivencia.
En «Solo contra el Sistema», Carlos Díaz Maroto nos sitúa en los años cuarenta del pasado siglo, cuando una civilización extraterrestre tiene colonizada la Tierra desde hace décadas.
En «Huida en el cinturón de asteroides», Xavier Marturet narra una trepidante aventura protagonizada por John Barton, minero espacial, luchador profesional y lobo solitario afincado en uno de los satélites del cinturón.