Tengo un alma libre en un cuerpo anclado.

Tengo mil te quieros y besos malgastados.

¿Dónde estás que no te veo ahora? Yo te sigo esperando tan boreal como la aurora.

Hincada en mis pensamientos, te siento, te tiento, pero no tengo tu aliento.   

Te quiero en un infinito, en un cosmos maldito, inaudito, iracundo escrito y te sigo.

Me fundo en ti, no te confundo, no te hundo, ni te aturdo.

Te quiero entero, etéreo, entre las estrellas del cielo. Entre la inmensidad del indomable universo; cósmico, atómico, histórico… idéntico al amor astrónomo y platónico.

Me convierto en nebulosa en tus pensamientos, estallo en supernovas maravillosas…

Sigo eterna… siendo fuego, soy fatua, soy sol, son luna… soy vida, soy cielo… soy todo el universo entero…

Y te sigo esperando… aunque lo oscuro llegue, y mi brillo queme. Pero nunca dejaré de creer que el día de mañana llegues.